Pensamientos Negativos – Acciones Negativas

Diferencia entre Emoción y Estado de Ánimo.

En este camino del Pensar, Actuar, Lograr nos encontramos muchas veces con pensamientos negativos que nos llevan a conseguir acciones y resultados negativos.

Si alguien nos toma desprevenidos y nos asusta, inmediatamente sentimos «miedo» y no existe ningún pensamiento más que ese. Ese estímulo (susto) provoca inmediatamente una emoción (miedo).

Si después de ese susto tengo el pensamiento de que eso me volverá a pasar y evito cualquier situación de ese estilo, en el futuro seré cauteloso, nervioso y tendré temor.

Es decir, un estímulo puede provocar una emoción, pero un estado de ánimo es más estable y no tiene porque estar asociado a un solo estímulo. Siendo así, la emoción puede cambiar y ser temporal pero el estado de ánimo es algo más visible y puede persistir en la vida de alguien.

Lo que hacemos es producto de lo que pensamos, por eso es importante cuidar nuestros pensamientos, si estos son positivos podríamos llegar a tener un estado de ánimo que provoque alegría y optimismo, pero si son negativos podríamos llegar a un estado de ánimo que provoque depresión y ansiedad.

En ambientes organizacionales, a menudo encontramos a líderes autocráticos que sus pensamientos se basan en el control excesivo, el poder, la burocracia, la jerarquía. Estos constituyen sus miedos principales, que cuando logran vencerlos, encuentran su punto de transformación y les hace desarrollarse preocupándose por el bien común.

Luchar contra pensamientos negativos es «nadar contra corriente», lo aconsejable es «aceptarlo», y lo ideal, es aceptarlo bien, sin enfadarnos con nosotros mismos sobre esto. Pues si lo hacemos en lugar de un pensamiento negativo, tendremos dos.

Acéptate y descubre que es lo que te hace sentir así, cual es la realidad y qué es lo que podría hacerte sentir mejor.

Recuerda: Lo que resistes, persiste pero lo que aceptas, transforma.