«No vemos las cosas como son, vemos las cosas como somos» -Anais Nin-
En este camino del Pensar, Actuar, Lograr (PAL) vemos que el camino para el logro es producto de nuestros actos y que ellos vienen de nuestros pensamientos. La calidad de pensamientos que tenemos provocaran mejores actuaciones y comportamientos y estos, en conjunto, producirán mejores resultados.
Nuestros pensamientos están integrados por creencias y valores, en realidad, están todos compuestos por lo que «SOMOS». Si nuestros valores y creencias son positivos nos provocarán pensamientos positivos, pero si estos son potencialmente limitantes nos anclarán a un estado que impedirá nuestro desarrollo.
Pongamos un ejemplo: En mis relaciones sociales como pareja, padre o colaborador he identificado que el principal valor es la CONFIANZA, pero tengo la creencia limitante de que no puedo dar confianza porque van a abusar de ella en algún momento. Lo que el ser humano hace es valorar aquello que necesita. Dar y recibir confianza es algo que necesito dar para conseguirla. Si mantengo la creencia de que no puedo dar confianza absoluta porque pueden abusar de ella, me estanco en ese estado y no podré experimentar la satisfacción plena de dar confianza y ser digno de ella.
Cuando realizamos diagnósticos en organizaciones sobre Cultura y Valores a menudo nos encontramos con casos en los que los líderes no pueden dar confianza y delegar por creencias limitantes como el control excesivo, la jerarquía o la cautela y hacen que los equipos paren su desarrollo por no superar esos miedos.
Anaís Nin, nos decía: «No vemos las cosas como son, vemos las cosas como somos» queriéndonos explicar que lo que vemos en el resto es algo que falta en nosotros mismos, y que si no lo aceptamos y superamos no nos llevará a liberar lo que obstaculiza nuestro propósito.